Hace unos días estaba conversando con unos amigos sobre las iniciativas que presentaron José (Pepito) López y Manfredo Hernández para crear una cooperativa de criadores… y durante la conversación se me ocurrió hacerles esta pregunta: ¿Qué es lo primero que debe conocer un criador de caballos de Paso Fino Puro Puertorriqueño…?

Me dieron muchas respuestas… me hablaron de las yeguas y los padrotes… de líneas de sangre… de genética… de cruces en endogamia (inbreeding)… de alimentación y cuidado de las yeguas y sus crías… de verdad que me sorprendí por la cantidad de información que me ofrecieron… pero ninguno de ellos me dio la respuesta que yo buscaba…

Cuando inicié este blog, lo primero que escribí fue un artículo que se titula ¿Qué es Paso Fino?… y es que para ser “purista” tienes que estar orgulloso de nuestra raza… tienes que amarla… tienes que sentirla tuya… y para eso, primero tienes que conocerla… seamos realistas, nosotros no criamos Cuartos de Milla, ni Appaloosas, ni Percherones, ni Tennesse Walkers… ni siquiera criamos caballos de Paso Fino Colombianos… criamos Paso Finos Puros Puertorriqueños… y tenemos, por obligación y necesidad, que conocer cómo es nuestra raza… y cuáles son las características que la hacen única en el mundo…


Es importante que recuerdes que el Paso Fino Puertorriqueño no es una invención nuestra… al contrario, esta raza –nuestra raza– se comenzó a formar cuando llegaron a la Isla los primeros caballos de descendencia española… y durante 500 años fue tomando forma hasta llegar a lo que tenemos hoy en día… las características y atributos de nuestra raza no se deben al azar ni a la selección natural… sino al ideal del caballo de silla perfecto que tuvieron esos criadores que nos precedieron… ello, a través de cruces seleccionados, muchos de ellos cerrados, le dieron forma a nuestro caballo autóctono… y nuestro compromiso con la historia es preservarla, mejorarla y dejársela como legado a las generaciones subsiguientes…

Sé lo que estás pensando: “nos ha tocado vivir un tiempo difícil para la raza”… y es cierto… este es un tiempo difícil por la situación precaria en que la hemos recibido, producto de la pérdida de vientres a los cruces con los Colombianos… difícil por el número reducido de ejemplares y lo cerrado del pool genético… y difícil por la situación económica actual y la falta de interés/ayudas del Gobierno… esto, de alguna manera, lo veíamos en el artículo del mes pasado

Pero hay otra realidad que me preocupa aún más que la situación actual: conocemos muy poco sobre nuestra raza… fíjate, si no tenemos meridianamente claro cómo debe ser un caballo de Paso Fino Puro Puertorriqueño, llenaremos las lagunas con ideas que recojamos de otras razas parecidas a la nuestra… tal vez no te has dado cuenta, pero nuestra raza y nuestro deporte son constantemente bombardeados por ideas colombianizadas… desde el vocabulario, los aperos y el estilo de doma, hasta las características que preferimos en nuestros ejemplares… por eso es importante informarnos y aclarar los conceptos… y esto aplica tanto a los que llegan nuevos al deporte… como a los que llevamos tiempo y hemos ido dejando que la influencia extranjera se fuera colando poquito a poco en nuestras ideas…

Durante los próximos días estaré compartiendo contigo algunos escritos sobre nuestra raza… no son míos, sino de la generación de nuestros “abuelos”… fueron ellos quienes se dieron a la tarea de definirla, documentarla y reglamentarla para nosotros… es ahí, en el legado que nos dejaron, donde debemos comenzar a formar nuestro modelo ideal de Paso Fino Puro Puertorriqueño…

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