La genética es la ciencia que busca explicar la forma como la herencia biológica de los individuos se transmite de generación en generación. Esa información se encuentra guardada en los genes, las secuencias de ADN responsables de darnos las características comunes a nuestra especie y raza, y aquellas que nos diferencian como seres individuales.

Hay características que vienen dadas por un solo gen, les llamamos rasgos monogénicos. Sin embargo, hay otras que se ven afectadas directa e indirectamente por cientos de combinaciones de genes. Estos se conocen como rasgos poligénicos. Tipos de herencia poligénica en los seres humanos son la altura, el color de la piel y el peso. Por ejemplo, la altura de los individuos esta regulada por varios genes de modo que habrá una gran variedad de alturas dentro de una misma población. En el caso de nuestra raza de caballos de Paso Fino, su forma particular de caminar es una de esas características que se ve afectada por varios genes distintos.

Cuando estudiamos la forma de locomoción de los caballos, encontramos que todas las razas realizan tres aires naturales: la caminata (o paso entre paso), el trote y el galope. Sin embargo, hay algunas razas que, además de estos tres, pueden realizar aires especiales. Un equipo de geneticistas acaba de publicar en la revista Nature un estudio donde se ha identificado el gen que hace posible estos aires alternos.

Leif Andersson, una de las líderes del estudio, estaba sorprendida por el descubrimiento. Según ella, la variación en la altura de los seres humanos depende de cientos de genes distintos, cada uno contribuyendo una pequeña parte; así que ella esperaba que la locomoción de los caballos fuera algo igual de complejo que eso. Lo sorprendente es que la mutación del gen DMRT3 explica, por sí misma, una gran parte de la diferencia entre los caballos que solamente realizan los tres aires naturales y aquellos que adoptan otros aires especiales.

Básicamente, este gen produce una proteína usada en las neuronas del cordón espinal en el área responsable de coordinar los movimientos de sus patas. Esto tiene dos efectos:

  • primero, permite desarrollar patrones de movimiento distintos a los naturales al variar la forma en que se coordinan los movimientos entre el lado izquierdo y el derecho, así como de las manos y las patas, esto facilita la ambladura y los aires laterales;
  • segundo, inhibe la transición del trote o la ambladura al galope, ayudando así a mantener el aire intermedio por más tiempo y a velocidades más altas.

Este segundo efecto ayuda a explicar por qué la mutación del gen no se encuentre en todas las razas. Al inhibirse la transición de los aires intermedios al aire rápido del galope, se hace más lenta la huída al ser atacados por los depredadores, y estos habrían eliminado los individuos con la mutación en el estado salvaje. No así en las razas donde el hombre ha usado la selección natural para fijar características deseables. Por ejemplo, una forma de locomoción más cómoda para el jinete.

Durante la fase inicial del estudio se secuenció el genoma de 30 caballos Islandeses que, además de los aires naturales, también podían realizar el Tölt (una especie de paso largo); y 40 que podían realizar el Tölt y el Skeið (una especie de andadura). Pero luego se aumentó la base a 352 caballos Islandeses, así como muestras de Tennessee Walkers, Paso Peruanos, Paso Fino Puro Puertorriqueños (Dr. Gus Cothran) y otras razas que realizan aires laterales. Además se incluyeron Standardbreds y otras razas de “trotters” usados en carreras con arnés. En todos se encontró que la mutación de este gen era la responsable de que pudieran realizar los aires especiales, o que pudieran mantener el trote (en el caso de los Trotters) sin hacer la transición al galope cuando aumentaban la velocidad. El trabajo también incluyo estudios en ratones que corroboraron los mismo resultado observados en los caballos.

Si bien este gen explica por qué algunas razas, entre ellas el Paso Fino Puro Puertorriqueño, prefieren una forma de locomoción distinta a la que se encuentra naturalmente en todas las razas, queda aún por descubrir los genes que afectan la mecánica específica de cada uno de estos aires especiales. Por ejemplo, el Paso Fino es un aire en cuatro tiempos isócronos (igualmente espaciados), mientras la andadura es en dos tiempos y la trocha es en cuatro tiempos pero no están espaciados en intervalos iguales.

Si interesas leer más sobre este tema, te invito a buscar la publicación original de la revista Nature en Mutations in DMRT3 affect locomotion in horses and spinal circuit function in mice.

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