Rafa de Ángel me pidió que le escribiera una reseña de Galana para leerlo durante el “Desafío de Galana”, un reto que la Insular lanza a los caballos y yeguas que han cualificado durante el año. Aquí se los comparto para quienes no pudieron estar en las Insulares. Aprovecho para agradecer a Pepe Llenín por las anécdotas que me compartió de sus conversaciones con Baby Beltrán, a David Lang por información de fechas y características de Galana, y a Arsdelicata por la información de los pedigrees.

Nuestra raza está formada sobre la herencia de un grupo de animales sobresalientes: caballos y yeguas que dejaron una marca en la historia del Paso Fino, y cuya descendencia sigue despertando pasiones entre los dueños, criadores y aficionados.

Entre este selecto grupo, una yegua se destaca sobre el resto por sus cualidades y por su potencia genética. Y si consideramos a Dulce Sueño como el “Padre de la Raza”, a esta yegua le deberíamos dar el título de la “Madre del Paso Fino Moderno”. Me refiero a la gran yegua Galana.

Galana nació en el año 1951. Fue encastada por el reconocido criador José B. Ramírez Acosta en su finca “La Australia”, ubicada en el Valle de Lajas. Era hija del caballo Florido, que a su vez era hijo de Dije en la India por Dulce Sueño. Su madre fue la yegua Marina, hija de Batalla en Salinas por Faraón. Fue inscrita en la Federación con el número de Registro 1133.

Cuenta Baby Beltrán que a mediados de los 50, Don José Ramírez Acosta había decidido vender algunos animales y él fue a visitarle a su finca de Lajas en busca de la potranca Galana. Le acompañaba el maestro de la brida Don Toño Kuilan. Al llegar, ya Ramírez Acosta había vendido la potranca a un criador de Carolina de apellido Angulo. Al no encontrarla, por recomendación de Don Toño, Beltrán compró dos hijas del caballo Batalla: Marina, la madre de Galana, y La Bruja, quien luego fuera la madre de Kofresí. Poco tiempo más tarde, Beltrán le hace un acercamiento a Angulo y consigue comprarle a Galana por $800 dólares. Como dato comparativo, Marina y La Bruja le habían costado $600 dólares cada una, que en ese tiempo era una suma considerable.

Galana fue a vivir junto a Marina, La Bruja y Arco Iris a la finca de Don Toño en Dorado. Allí nacieron tres de los caballos más importantes que ha tenido nuestra raza: Kofresí, Don Toquí y Carabalí, junto con una batería de potros y potrancas que serían la envidia de cualquier criador. Como dato histórico, Beltrán muchas veces compartió su éxito como criador con Don Toño, quien le asesoraba en los cruces que hacía.

Galana era una yegua alazana de color cerrado, de buen tamaño y bonita conformación. Nunca se domó formalmente para competencia –en ese tiempo las yeguas se destinaban mayormente para la recría–, pero se distinguía por su gran brío, finura y rapidez. Dice Beltrán que en esa época, donde los hombres paseaban solamente en caballos, de vez en cuando Don Toño se escapaba a visitar “las novias” en Galana. ¡Así eran de impresionante su andar y su elegancia!

Además de José B. Ramírez Acosta y Wilfredo “Baby” Beltrán, Galana también perteneció a Genarín Cautiño y Nonón Figueroa. Una muestra de que los grandes criadores llegan a serlo porque reconocen el inmenso valor de las yeguas, en especial yeguas extraordinarias, de cualidades superiores y probado fondo de raza, como Galana.

Galana se cruzó con los mejores padrotes de su tiempo, hagamos memoria de esos cruces para poder entender el enorme legado genético que esta yegua ha aportado a nuestra raza.

Con Kahifás produjo a

  • Galanilla (1954), madre de Dominguito (Domingo) y abuela de Caribe de Domingo.

Con Arco Iris produjo tres yeguas extraordinarias,

  • Cosita Linda (1957), madre de Cocoroco y Retadora;
  • Vicky (1959), madre de Ulesati, Conquistador, Bombón, Ídolo, Tauris de Tanamá, Hunaya, Flamenco de Kofresí y Decalaf di Amoreto;
  • Perla Fina (1961), madre de Coqueta de Tanamá.

Con Candelaria produjo a

  • Cleo (1960), madre de Picaflor, Pentagrama, Kofresita y Jacaguas.

Con Furia a

  • Deseada (1970).

Con Bombón produjo a

  • Galano (1971), padre de Galeno, La Avispa y La Guarabeña.

Su cruce con Kofresí fue un cruce legendario que produjo algunas de las grandes leyendas de nuestra raza,

  • Galanita (1962), madre de Cialito, Abolengo, Kofrega y Galanita II;
  • Siboney el Brujo (1966), posiblemente el caballo más fino que ha tenido nuestra raza, y padre de Botafogo, Adaesed, María de los Ángeles, Embrujo y Abeyno;
  • Cucululú (1967), madre de Cucululu II, Kofresí II (Petrocheli), Toro Negro Jr, Furia de Cucululú y Voltio Jr;
  • Glorivee (1969), madre de Pesadilla y Piel Canela;
  • Sangie (1972), madre de Bolivar II;
  • Condesa (1973), madre de Primavera y Pesadilla de Desvelo.

Entre sus bisnietos se encuentran algunos de los ejemplares más reconocidos de nuestro tiempo… mencionamos solamente algunos porque la lista es inmensa,

  • Labriego;
  • Caribe de Domingo;
  • El Duende;
  • Campanero;
  • Tentadora;
  • Música;
  • Freko;
  • Flor Vanessa;
  • Carnaval de Kofresí;
  • Rítmico;
  • Querube;
  • Carátula;
  • Retorno de Cialito;
  • Sonoro de Cialito;
  • Serpentina (madre de Wendolyn, y abuela de Caribe de Domingo y Cuentas Claras);
  • Miguela de Cialito (madre de Lord de Soberano);
  • Belinda (madre de Réplica de Majestuoso);
  • Carfrega (madre de Controversia de Labriego);
  • Finesse (padre de Linaje d’la Excelencia);
  • Orquídea (madre de Barba Roja);
  • Equus;
  • Filigrana de Labriego;
  • Fantasía de Labriego;
  • Don Antonio;
  • Don Perignon;
  • Kolibrí;
  • y El Jerry.

Galana es uno de los pilares de nuestra raza… y más de 60 años después, su legado sigue vivo en nuestros ejemplares.

¡¡¡Qué viva Galana… y qué viva el Paso Fino!!!

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