Una hermosa historia del Prof. Antonio Ramírez Córdova

Salgo de casa silbando un emotivo bolero y el corazón se me torna victorioso, porque voy a cabalgar a mi caballo El Sota, un zaino color chocolate de Paso Fino puertorriqueño, único en el mundo, que puede hacerse brindis o poema en prosa, y rememoro mi niñez, cuando disfrutaba hasta más no poder un caballo chiringo de cochar vacas, propiedad de mi tío Lalao Córdova. Para mí era un caballo mágico para volar bajito a pelo, imaginando que un pájaro color alazán se llevaba el corazón de ambos en el pico por aquella finca inolvidable de vacas negras y blancas de raza holandesa.

Me adentro en el instante avivando esos recuerdos y pienso que mis ojos han mirado demasiados caballos y me digo sonriente que en lo más hondo de mi vida hay un caballo y alborozado voy a buscar el lomo de mi querendón y escucho que resopla en la jaula y a mi propio asombro, oigo también la luz de la mañana que atraviesa el pesebre con su color rosa amarillo y escucho entonces el árbol de Guamá que se abre, iluminando en el azul de esta mañana utuadeña, en el barrio Paso Palmas.

Al instante, bajo los muchos salmos del verdor jíbaro, le digo al viento que el caballo puertorriqueño de Paso Fino es inmortal, como los dioses mitológicos de Grecia en la antigüedad.

Y me acerco al pesebre y me siento dichoso y me digo, es hermoso mirar el paisaje y ponerlo a merced de uno a horcajadas de un buen caballo, porque cabalgar un caballo es vivir profundamente la poesía de la vida. Entonces pienso, que si hubiera campanas en ese instante se echarían al vuelo y digo, o que me sé de memoria, que los caballos nuestros de Paso Fino despiertan a su paso las flores mañaneras con su cadencia de siglos.

Por eso cuando llego al pesebre, repito lo ya sabido, que cabalgaría sobre la estrella de la mañana, pero también me digo que cabalgaré sobre la estrella de la noche y se me enciende el alma y añado sonriente, que donde se posa la paloma como ahora, se posa Dios.

Y pienso que el gallo calandro se hace también estrella cuando agita sus alas negras y anaranjadas frente a mis ojos y que el guaraguao pasa alto, casi tocando las nubes tan blancas como el jabón de afeitar y que la gallina pinta huye despavorida por detrás del pesebre y me digo y sonrío que el mundo jamás será un sombrero viejo lleno de polvo. Y desciendo al fondo de mi ensueño y pienso de inmediato que se han unido dos amigos entrañables del mes de abril cuando pongo el sudadero sobre los lomos de mi caballo, que voy a cabalgar por los caminos del día saciado de esplendor y de alegría, mientras El Sota orejea, porque presiente que pasará otra vez por los latidos de mi corazón en tierras de paraíso en lo infinito.

Comentarios de otras personas

  1. Prof. Ramírez

    Estoy aquí en esta página de puro de aquí, y entro por que los veo en mi Facebook. Y estaba leyendo 2 de sus artículos la carta abierta y Campanero. Y al ver quien los escribía vi q usted dice q es profesor de UPR Utuado, yo estudie INPE cuando todavía se conocía como el CORMO entre en el año 92. Hice una gran amistad con un muchacho de Utuado q se llama Néstor Rodríguez y me acuerdo subir con él a Paso palmas pq el le montaba los caballos al Prof. Ramírez, fue cómico para mi, después de haber leído los escritos, ver el cuento El Sota y fue cuando me di cuenta q a la finca y los caballos q yo llevaba a Nestito era a la suya. Cuando Nestito montaba al el Sota (¿Creo si mal no recuerdo era el caballo con el lomo pando hijo de kefresi?) yo lo acompañaba en una de sus yeguas q allí habían. Yo soy natural de Carolina y mis habilidades para montar caballo en esa época eran pocas pero con la yegua mansa y las instrucciones de nestito bajábamos por la carretera en dirección a Jayuya y subíamos muy bueno recuerdos.

    Un gran saludo desde Kissimmee, FL

    Hector E. Rivera, Papuson

    1. Héctor, mi nombre es Romualdo y soy el webmaster del blog. El Prof. Antonio Ramírez Córdova es un amigo muy querido que en ocasiones nos colabora con alguna historia para el blog. Me voy a ocupar de enviarle tu mensaje por email para estar seguro que le llega a sus manos. Saludos!

      1. Romualdo, un Placer saludarte y gracias por contestar mi mensaje, de verdad q fue extremada mente cómico, yo leyendo en el blog y caer en cuenta al rato! Mis saludos a ti y al profesor Ramírez.
        Hector E. Rivera, Papuson

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