Dichos de Antón sobre el Caballo Puertorriqueño de Paso Fino (12)

by Romualdo on July 3, 2021 in Paso Fino

Por Antonio Ramírez Córdova

Antón dijo de manera sombría que se sentía loco en sus pesares cuando supo que una voz mucho más autorizada que la de él, opinó que no es muy grave el asunto de los juzgamientos. Hecho que él ha combatido con nobleza y de frente por el bien del deporte del paso fino. Dijo que pensó de inmediato en los orígenes de la filosofía de la antigua Grecia cuando se meditaba en torno de la ética. Es decir, la disciplina que estudia la moral conforme a la conciencia social y puso por ejemplo el insólito hecho de que se permitan jueces que sin ningún rubor se prestan a juzgar, cuando ellos mismos, han manifestado sus preferencias por el paso colombiano con el beneplácito de muchos socios. Luego añadió que no le quedará más remedio que tirar la toalla. Después apuró un trago largo de ron amarillo y guardó silencio.

Dichos de Antón sobre el Caballo Puertorriqueño de Paso Fino (12)

Antón es un personaje creado por el Prof. Antonio Ramírez Córdova, catedrático, poeta, dramaturgo, ensayista y amante incondicional del caballo puertorriqueño de Paso Fino. Uno de sus últimos trabajos es un libro que se titula “Dichos de Antón”, donde el personaje filosofa sobre diversos temas, pequeños párrafos que buscan despertar el intelecto de los lectores y ayudarlos a pensar. Un día, mi primo, Paco Rodríguez, le dijo a Antonio que por qué no escribía una serie de Dichos sobre el caballo de Paso Fino. Así es como nacen los Dichos que vamos publicando en la página. Como la intención de Antón es movernos a la reflexión, yo acostumbro acompañar los Dichos con una reflexión de mi autoría. Pero no debemos quedarnos ahí… la idea es que cada uno de ustedes pueda sacar sus propias conclusiones o al menos que pueda tener varios puntos de vista que le ayuden a ir formando sus propias opiniones.

El tema que más la preocupa a Antón son los juzgamientos. Por una parte, ha tenido experiencias donde se ha sentido “maltratado” por las decisiones de los jueces. Por otro lado, Antón sirvió como juez en la época cuando no se usaban los jueces profesionales y conoce de primera mano lo que los jueces deben evaluar en una competencia de Paso Fino. Por eso Antón es un fiel creyente y un propulsor incansable de la necesidad de crear una escuela de jueces puristas, y así lo ha afirmado más de una vez. Por mi parte, yo tengo mis reservas sobre esta solución, en parte porque creo que el problema es mucho más complejo y tiene raíces más profundas.

A diferencia de los Dichos anteriores, en esta ocasión no les voy a presentar mi punto de vista (eso lo haré en un artículo futuro), sino que quisiera que cada uno de ustedes meditara sobre la forma como se juzgan nuestros caballos. Los jueces. Los reglamentos. La estructura del deporte. Los ejemplares que presentamos. Y les invito a compartir sus ideas y experiencias en los comentarios. Pueden dirigirlos a Antón, que él los lee y le gusta saber lo que piensan.


Foto de Brindis, el querendón absoluto de Antonio Ramírez Córdova. Brindis es un caballo muy fino con el andar clásico de nuestra raza, hijo de Centinela de la Costa en Princesa de Altura, un cruce doble copia de Controversia de Labriego. Lo monta Radamés “Vivian” Feliciano.

Dichos de Antón sobre el Caballo Puertorriqueño de Paso Fino (11)

by Romualdo on June 29, 2021 in Paso Fino

Antón pidió un postre de papaya con queso blanco y lanzó unas palabras con mucho ímpetu, cuando afirmó que el caballo de paso fino es único en el mundo y que alimenta muchas leyendas. Después, por sus ojos pasó una expresión de disgusto, cuando dijo que de un tiempo a esta parte camina por los laberintos de un precipicio.

Dichos de Antón sobre el Caballo Puertorriqueño de Paso Fino (11)

Antón mantiene un tono pesimista con la raza y la verdad es que no lo culpo, a mí también me preocupa mucho su futuro, aunque por motivos diferentes.

Antón piensa que tenemos un problema muy grave con los juzgamientos y cree que la única manera de resolverlo es usando jueces “puristas”. Yo creo que eso es un arma de doble filo que puede causar más mal que bien y, cuando veo juzgamientos como los que hubo el pasado domingo en las Estatales, me reafirmo en que los jueces profesionales son el camino a seguir.

Más allá de los juzgamientos, el deporte de Paso Fino está pidiendo a gritos que repensemos una serie de cosas. No cambiar por cambiar, sino cambiar para poner la raza por encima del deporte. Ese, pienso yo, es el gran precipicio que tenemos de frente.

Déjame decirlo de otra manera… Muchos criadores están encastando para el deporte, buscando producir ejemplares ganadores. Llevan años, muchos años, encastando de esta manera. Y en esa búsqueda del próximo “campeón” no se dan cuenta (o se hacen de la vista larga) de los defectos que se siguen proliferando en nuestros caballos. No sé si seré yo, pero desde hace tiempo veo que los hijos no están a la altura de sus padres, y los padres no estaban a la altura de los abuelos. Claro, a veces nace una excepción, pero la raza no se mide por un puñado de ejemplares extraordinarios, sino por lo que muestra la mayoría… y en la mayoría, la raza está aumentando en los defectos y disminuyendo en la calidad de los ejemplares.

¿Sabes qué es lo que pasa? Que estos ejemplares que se encastaron para la pista no se diseñaron para la reproducción y, aunque pueden tener una o dos virtudes, tienen muchos defectos que se transmiten a su descendencia. Cuando multiplicamos esto por varias generaciones tenemos como resultado la pérdida de tamaño, aplomos deficientes, cuellos cortos o mal conformados, merma en el brío, falta de elasticidad, disminución de la naturalidad en el ritmo, etc., etc., etc…. basta que miremos objetivamente nuestras competencias para que nos demos cuenta de nuestra realidad: ejemplares sin reunión, sin elasticidad, sin finura, sin ritmo, sin naturalidad. Ese no es el Paso Fino que definen nuestros reglamentos.

Si la raza fuera lo primero y el norte de los criadores fuera su mejoramiento, no se encastaría pensando en la pista, sino pensando en producir caballos que reúnan todas las características que hacen que un caballo sea de Paso Fino. Encastaríamos buscando el ideal de la raza, pero conscientes que también estamos encastando los sementales y yeguas de recría del futuro. ¿Qué significa esto? Que además de buscar producir ejemplares finos, reunidos, naturales, etc…. también buscaríamos animales con los menos defectos posibles. Nuestra meta como criadores sería mejorar nuestra crianza con cada nueva generación. El criador que encasta para la raza, aunque sus ejemplares se comparen con otros en la pista, sabe que está produciendo animales para la recría… y eso hace una gran diferencia.

Piénsalo de esta manera: si la calidad de los “campeones/as” baja (y está bajando), la calidad de la próxima generación también bajará (porque la mayoría de los criadores encastan de los campeones). Pero si la raza mejora, los ejemplares mejoran y el nivel de competividad en el deporte también mejora.

Le hemos dado al deporte un papel protagónico, cuando lo verdaderamente importante es la raza. Recuerda que la raza puede existir sin el deporte, pero para que exista el deporte necesitamos mantener viva la raza.


En el 2010 le hicimos una visita a Irene y Tique Sánchez en La Ventanita para admirar a su consentido, Linaje de la Excelencia que comenzaba a despuntar como semental. Ya desde ese tiempo sabíamos que con sus cualidades y su fondo de raza, no podía fallar. Linaje es un ejemplo de un cruce que fue diseñado para la raza, con líneas abiertas y una batería de yeguas extraordinarias (Jackeline, Armonía, Carrilera, Wendolyn, Tentadora, Sayonara…), pero, sobre todo, un cruce que buscaba fijar las características que estaban ausentes en la raza (brío, posteriores y buena conformación), minimizando los defectos congénitos que pudieran pasar a su descendencia. Una prueba de que cuando se encasta correctamente, el producto no solamente sobresaldrá en la pista, sino que también brillará en la reproducción. El pasado domingo, en las Estatales, Linaje alcanzó el título de Jefe de Raza. En la foto lo monta Andrés Narváez.

Dichos de Antón sobre el Caballo Puertorriqueño de Paso Fino (10)

by Romualdo on June 24, 2021 in Paso Fino

Por Antonio Ramírez Córdova

Antón se quedó pensativo, sin dejar de tambolirear el mantelito a cuadros azul y blanco, después de pedir un servicio de bolitas de mofongo. Entonces dijo que si vas de espectador a una competencia de paso fino y sabes de viajeros inmóviles, podrás sentirte en Medellín o en el Valle. Luego levantó su vaso de ron y bebió añadiendo que algo suena mal en los picaderos, el picadero mismo.


Si todavía no te has dado cuenta, Antón le ha declarado la guerra a la colombianización de nuestro deporte autóctono. Déjame contarte… antes de entrar a la Fonda de los Tres Platos, Antón y yo tuvimos una conversación. Él me decía que este dicho se inspiraba en el artículo que publiqué hace un par de semanas donde les explicaba que el Paso Fino ha perdido su identidad puertorriqueña. Si recuerdas, en el artículo comentaba que ver una de nuestras competencias era casi lo mismo que ver una competencia del movimiento colombiano. Los uniformas, los aperos, el recorrido, las explicaciones de los jueces… hemos perdido nuestra sazón puertorriqueña. Pero todavía nos quedan trazas de nuestra cultura en el Paso Fino y nos queda lo más importante: nuestros caballos, que al final de cuentas es lo único que importa: la raza.

Dichos de Antón sobre el Caballo Puertorriqueño de Paso Fino (10)

Sé que algunos se cansan de que repitamos siempre lo mismo. Pero te soy bien honesto, son muchos años viendo como la raza va en picada y si machacamos tanto con esto es por el amor que le tenemos y con la esperanza de que alguien más escuche, comprenda y se sume a la tarea de rescatarla.


Hoy, recogiendo unos papeles, me encontré con este afiche de la Feria de la Candelaria de 1998. Este fue el premio de 3er lugar que ganó un potro que debutamos aquel día, se llamaba Caliente de Bucaná (Labriego en Bucaná por Bucanero). Apreciemos los detalles de nuestra cultura: la bandera, el cuatro, guitarra y güiro, la arquitectura… y en medio, un caballo de Paso Fino marcando los 4-tiempos laterales como ninguna otra raza es capaz.

Microrrelato de Antón: Amargo Domingo

by Romualdo on June 18, 2021 in Paso Fino

Por Antonio Ramírez Córdova

Microrrelato de Antón: Amargo Domingo

Aquel domingo en Guayama, en la Feria Dulce Sueño su caballo Copetón ganó ampliamente la competencia según el buen saber y entender de los allí presentes. Pero los jueces dictaron el laudo sin nombrarlo, sin inmutarse, sin ensombrecerse.

Al escuchar la decisión sus ojos se volvieron brasas, pero su silencio se hizo profundo como un abismo y se apresuró a marcharse de aquel lugar sintiendo muy adentro una creciente amargura.


Todos los puristas de todas las épocas nos podemos identificar con la pequeña historia de Antón. Fíjate, nuestro deporte es uno de apreciación y eso siempre deja una puerta abierta a la duda en las decisiones de los jueces. Te digo más, si vemos las distintas etapas por las que ha pasado el deporte, en todas sin distinción han habido dueños que piensan que los jueces fueron injustos con sus ejemplares. Algunos con razón y otros dejándose arrastrar por el amor que tienen por sus caballos y que disimula los defectos, pero desde 1943 cuando comenzó formalmente el deporte hasta la última competencia del pasado fin de semana, siempre hubo, hay y habrá dueños que entiendan que su ejemplar debió recibir una mejor posición.

¿Qué nos dice esto? No sé tú, pero yo tengo clarísimo que el problema no son los jueces sino la naturaleza de nuestro deporte. ¿Tú piensas que se puede mejorar? Claro que sí… pero este es un problema complejo que tiene muchas raíces y requiere la voluntad de todos para resolverlo. Quejarnos podrá liberar el estrés y bajar el coraje del momento, pero el amor por la raza y el deporte nos debe empujar buscar soluciones que hagan del Paso Fino Puro Puertorriqueño un deporte más objetivo y justo. Y esa solución comienza por un reglamento unificado, claro y preciso que puede guiar a los jueces en sus laudos.


Foto de 1955, Francisco “Paco” Rodríguez Torres recibiendo el trofeo que ganó su caballo Rigoletto (Guamaní en Ballon por Niño). Gracias a David Lang por esta foto.